Hoy quiero presentar a una amiga muy especial. Se llama Patricia Dot Formell y acaba de cumplir 12 años. Es una adolescente nada penosa, muy comunicativa, de palabra fácil y sonrisa amable. Estudia en la Escuela de Música “Manuel Saumell” de La Habana, donde cursa el cuarto año en la especialidad de Violín.
En diciembre pasado, Patricia obtuvo un premio internacional en México. Todo comenzó cuando su maestra de Piano Básico, Rosalía Capote, le sugirió presentarse al concurso Vivace Finale 2020, donde alcanzó el segundo lugar compartido. Pero dejemos que esta joven artista nos cuente su aventura.
Primero que todo, Patricia, ¿qué significa la música para ti?
– La música es una forma de expresarme, de liberarme de todo, de mejorarme a mí misma, de descargar tensiones, la veo así.
Ahora, sobre tus inicios: ¿cuándo pusiste las manos en un instrumento musical por primera vez? ¿Qué edad tenías, qué impresión te dejó?
– Mi mamá es profesora de piano de la Escuela Nacional de Arte, ENA, y cuando yo era pequeña, ella iba a dar clases conmigo cargada. A los 3 y 4 años ya quise aprender a tocar el piano y me enseñó. El violín fue en segundo grado. Me gustaba su sonido cuando vi a Cecilia, una alumna de mi mamá, ejecutar el instrumento, y me decidí por él.
¿Cómo fueron tus inicios en el estudio?
– Entre los 4 a 6 años empecé a estudiar piano con mi maestra Rosalía, profesora de la ENA, como mi mamá. A los 8 años comencé en la Escuela Vocacional de Arte “Paulita Concepción” con la maestra Lauren de la Nuez y luego con María Verdecia. Más tarde me trasladé a la Escuela “Manuel Saumell” y me acogió la profesora Dulbis Lozano.
¿Ha sido fácil, difícil….?
– Hay que esforzarse mucho, tiene que gustarte, si no, no vale la pena, y tienes que encontrar buenos maestros, que además de enseñarte lo que va al examen, te motiven para aprender y prepararte cada día más.
En tu familia hay músicos reconocidos. Sin ir muy lejos, tu mamá es profesora de piano en la Escuela Nacional de Arte, ENA, y también ahora en la Vocacional Elemental “Paulita Concepción”, dos instituciones importantes en el panorama actual de la enseñanza artística en Cuba. ¿Qué papel piensas que han jugado tus padres, abuelos y tíos abuelos, con esa rica herencia musical que poseen, en tu formación y en tu elección?
– Ellos me apoyan en todo, sobre todo mi mamá, pero siempre me dice que esta carrera no es una obligación, que cuando no desee continuar, la deje enseguida; que es totalmente mi elección. Mi hermano, por ejemplo, nunca ha querido ser músico, le apasionan las ciencias, la matemática y la biología. Mi hermana mayor sí es músico, maestra de piano como mi mamá. También mi tío me inspira mucho con su orquesta (Los Van Van).
Patricia, ¿cómo fue el proceso de selección para participar en este certamen tan importante, dentro de las circunstancias tan extrañas que estamos viviendo?
– Debido a la Pandemia Covid 19, no hubo un proceso de selección como tal, sino que se hizo de forma libre. Todos los estudiantes podían presentar un video con su interpretación. De Cuba se presentaron muchos alumnos, según creo. De mi escuela, por ejemplo, muchos amigos míos participaron. Sofía Mejías, por ejemplo, obtuvo también segundo premio pero en otra categoría. Yo presenté mi video y esperé, pero sin mucha esperanza; era un intento, como todos.
¿Cuándo supiste que habías sido premiada, quién te dio la noticia y qué sentiste en ese momento?
– Mi maestra llamó una noche y habló con mi mamá, le dijo que estaba yo entre los finalistas. Yo me sorprendí mucho, porque quería tener esa experiencia de participar, probar qué era un concurso internacional, pero realmente no pensaba que podría ganar. Hasta que no lo vi en la página de Facebook, no lo creí. Cuando me convencí, me eché a llorar de alegría.
¿Habías ofrecido conciertos anteriormente?
– Sí, en 3er grado participé en el concierto que ofreció la Paulita en el cine teatro Avenida, en Playa; en 4to grado hice un concierto de violín por la Escuela Manuel Saumell y en años sucesivos estuve en el Memorial “José Martí” también.
¿Qué autores y qué obras interpretaste para el concurso de México?
– Interpreté un ciclo de Oscar Lorenzo Fernández, titulado “Yayá jugando”, “Yayá soñando” y Yayá danzando”; y el Preludio en Do Mayor Opus 299 de Johann Sebastian Bach.
¿Cómo llevas actualmente tus estudios en medio del confinamiento por la Covid 19?
– Primero que todo, practico en el piano con mi mamá, en la casa, todos los días. También tengo repasos de Solfeo y de Apreciación Musical por Wasap.
¿Cuáles autores te place más interpretar?
– Me gustan Bach, Mozart, y de los cubanos: Ernesto Lecuona, Andrés Alén.
Para terminar esta entrevista, la pregunta más curiosa e imaginativa: ¿cuáles son tus sueños para el futuro?
– Me gustaría ser una pianista reconocida, ser solista o tener mi propia orquesta. Pero quisiera también ir más allá de la música y ser cirujana para salvar vidas. Aunque la música siempre estaría conmigo.
Dejo a Patricia con su mamá, Vivian Formell; su abuela, María Elena Marqués Tablón, por quien la conocí; sus amistosos vecinos y su juguetón y comilón perro Nikky, que adora. Que la vida le sea leve y todos sus sueños se cumplan.
Las imágenes del concierto son una cortesía del fotógrafo Yoylán Cabrales Gómez.