En el día de ayer se efectuó en el teatro Karl Marx de Miramar, la puesta en escena del ballet El Camarón Encantado, por parte del Taller Vocacional de Danza que integran los aprendices a partir de los 5 añitos, sin preferencia por sexo o color de la piel. La celebración correspondió al Día Internacional de la Infancia, como bien hizo notar la presentadora en su discurso inaugural, a cargo de la UNICEF.
El ballet El Camarón Encantado está basado en la fábula recreada por José Martí en su libro La Edad de Oro, unión de cuatro revistas dedicadas a todos los niños de América, y muy conocido por los infantes cubanos. Cerca de 500 niños, la mínima parte varones, exhibieron sus actuaciones en un escenario bien iluminado y amplio, donde no se percibió la desorganización de otros años, a decir verdad, cuando mis sobrinas interpretaron El Soldadito de Plomo. Incluso los familiares que estábamos entre el público pudimos percibir esta vez a los pequeños nuestros entre el grupo de danzantes, lo cual evidencia una ardua preparación previa y un orden de lujo, también un gran respeto a la profesión por maestros y alumnos.
Estos pequeños dan clases en dos turnos sucesivos después de la escuela, y en dependencia de la edad se les exige determinada preparación física que algunos perfeccionan con otros profesores particulares con vistas a su entrada posterior a escuelas de danza, como L y 19 y la Paulita.
Los familiares agradecemos a los maestros y profesoras su ardua labor diaria e incansable, su paciencia y amor y al joven coreógrafo Eduardo Blanco su hermosa puesta. A todos, deseamos muchos éxitos.
Específicamente saludamos desde esta parte azul a Daniela, Carlitos, Arlette, Alejandro y Samantha, a quienes disfrutamos en los papeles de animalitos como ratones, cabras, murciélagos y osos.
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